domingo, 31 de enero de 2016

Euripides y el tema de la mujer



Andrómaca de Eurípides.
Resumen de esta obra.

La obra trata el periodo de la vida de Andrómaca, esposa de Héctor, el héroe troyano, tras la destrucción de Troya, cuando vivía en Teslia como concubina de Neoptólemo, hijo de Aquiles, a quien le había dado un hijo, Moloso. Diez años después, Neoptólemo se casó con Hermíone, hija de Menelao; ésta no tuvo hijos y sospechó que era obra de su odiada rival Andrómaca. Se estructura en dos partes bastante poco conectadas entre sí. En la primera Andrómaca se refugia con su hijo junto al altar de Tetis, la madre de Aquiles. La persigue Hermíone, quien, con la colaboración de su padre Menelao y aprovechando la ausencia de Neoptólemo, de viaje a Delfos, intenta matarla. Por fortuna interviene Peleo, abuelo de Neoptólemo, quien pone en fuga a Menelao. En la segunda parte llega Orestes, hijo de Agamenón y primo de Hermíone, que había planeado el asesinato de Neoptólemo en Delfos. Enamorado de ésta, la rapta, después de contar cómo, gracias a sus asechanzas, Neoptólemo ha hallado la muerte a manos de los Delfios, que fueron inducidos a creer (erróneamente) que el héroe había acudido a Delfos con la idea de atacar al dios. Finalmente, Tetis aparece ex machina y profiere buenos augurios: el hijo de Andrómaca fundará una estirpe regia, y Peleo será divinizado y vivirá con ella, pudiendo además reencontrarse con su hijo.

http://www.ual.es/personal/fjgarcia/Bib_Eur_And.htm

Aportaciones de Esquilo, Sófocles y Eurípides

Aportaciones de Esquilo a la tragedia

Las obras de Esquilo se caracterizan por ser trilogías que tratan un mismo tema o mito, aunque es posible verlas de manera individual. Este dramaturgo dio un giro importante a la estructura del teatro: disminuyó la participación del coro e introdujo a un segundo actor en escena, lo que permitió el diálogo y la interacción entre personajes, elementos inusuales, hasta el momento, los cuales proporcionaron mayor dinamismo al teatro griego. También se cree que fue él quien introdujo el uso de máscaras y coturnos en escena. Las tragedias de Esquilo giran alrededor del sufrimiento humano, tienden a señalar la crueldad de los dioses sobre los hombres; es clara su protesta contra la brutalidad, violencia y el delito. “Su carácter predominante es la grandeza, la fuerza en la expresión de la venganza, del horror, del odio sombrío.” Este dramaturgo depositó el peso de sus obras en las situaciones escenificadas, más que en los personajes, aunque éstos fueron caracterizados con rasgos fuertes, no son ellos sino la fuerza del destino lo verdaderamente importante para el devenir del hombre. Basó sus obras tanto en mitos como en hechos históricos, siempre enfocado en un mundo justo y ordenado, donde es Zeus quien guía al hombre por un camino de sufrimiento que tiene como objetivo contribuir al bien universal. Esquilo insistió en la idea de “destino”, pero en su obra, destino y Zeus son casi equivalentes. De él se conserva una trilogía: La Orestíada, compuesta por Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides y cuatro obras más: Siete sobre Tebas, Los persas, Prometeo encadenado y Las Suplicantes.

Aportaciones de Sófocles al teatro griego

Las aportaciones que hizo al teatro griego fueron varias, por ejemplo: aumentó el número de actores en escena de dos a tres, les concedió más acción, limitando la intervención de los coros. Terminó con la tradición de que los dramaturgos también representaran como actores sus propias obras. También fue el primero en darle forma dramática al prólogo, cuando el resto de los escritores lo usaban como una simple explicación del argumento. Sus tragedias no se presentan en trilogía sino de manera aislada, son unidades completas por sí mismas, lo que ayudó a centrar la acción en un solo individuo. En sus obras es posible notar más profundidad psicológica en los personajes, se les caracteriza con mayor detalle; es en esta caracterización de los protagonistas donde recae el peso de sus obras, queda de manifiesto en el título de éstas: Edipo rey, Edipo en Colono, Antígona, Áyax, Electra, Filoctetes, siendo la única fuera de este patrón: Las Traquinias. En comparación con los otros grandes trágicos, la obra de Sófocles está cargada de mayor pesimismo, sus personajes suelen sufrir en soledad sin esperanza alguna, así ocurre en casi todas sus obras: Edipo, Electra, Filoctetes, Áyax. En el texto “El teatro desde el CCH”, se establece que: el destino persigue un fin […] el hombre trágico de Sófocles se eleva a la verdadera grandeza y la nobleza más alta mediante el sí que da a esta realidad, aun cuando ella signifique la destrucción de su felicidad terrestre […] Sófocles introdujo en estas obras a personajes que dudaban de su propia personalidad, es decir, sus tragedias son más humanas, por ello gozó de gran aceptación de parte del público ateniense, y sus obras lograron llegar a la era moderna como uno de los pilares del teatro.

Aportaciones de Eurípides al teatro griego

Las tragedias de Eurípides retomaban los mitos antiguos, pero con un tratamiento totalmente innovador para su época, criticó aspectos de la vida y creencias atenienses que sus predecesores: Esquilo y Sofocles, no habían señalado; con lo que dio un giro moderno al teatro. Por ejemplo, creó personajes femeninos con rasgos de fortaleza y esclavos que demostraban inteligencia; además satirizó a varios héroes de la mitología griega. Una de las aportaciones que hizo a la tragedia fue crear personajes mucho más humanos, al retratar las pasiones como el amor y los celos, dándole además a estas emociones el poder de dirigir los actos de los hombres; de este modo el papel de los dioses se ve reducido, así como la fatalidad ineludible que hasta entonces dominaba las historias en el teatro griego. También introdujo el llamado Deus ex machina (dios de la máquina), recurso mediante el cual se resuelve un conflicto dramático con la ayuda inesperada de un dios, este era introducido en escena mediante una grúa, por ello la expresión. Por otro lado modificó el papel del coro, separando su intervención de la acción dramática. Es posible leer en sus obras una crítica a la religión y las instituciones, seguramente, producto de las corrientes filosóficas de su tiempo, es conocida la influencia que obtuvo de los sofistas. Sus diálogos casi siempre están presididos por una argumentación lógica, fría, calculada y con la evidente finalidad de derrotar al antagonista, como si el espectador asistiera a la batalla dialéctica de un tribunal o de la Asamblea popular. Lo que originó que la tragedia creada por Eurípides fuera, sin duda, la más racional y realista del legado dramático griego.

Quizás por ser el último de los trágicos del clasicismo griego, se conservan de él mayor número de obras; entre éstas destacan aquellas tragedias dedicadas a mujeres gloriosas y heroicas en el marco de esta misma literatura: Medea, Las troyanas, Helena, Hécuba, Ifigenia en Aulis, Ifigenia entre los Tauros, Andrómaca, Electra y Las suplicantes.

Guía de lecturas de tragedia

Universidad Autónoma del Estado de México
Facultad de Humanidades
Academia de Letras
Segundo Semestre
Unidad de Aprendizaje: Tragedia.
Dr. Luis Quintana Tejera

Guía de lecturas

Tragedia griega
1.       Sófocles. Antígona
Esquilo. Agamenón. (Semana 2ª).
El período romano
2.       Séneca. Las troyanas.
C. Marlowe. Fausto. (Semana 5)
El teatro isabelino
3.       William Shakespeare. Macbeth
William Shakespeare. Otelo (Semana  7)
Clasicismo moderno
4.       Racine. Andrómaca.
Pierre Corneille. El Cid. (Semana 9)
El Sturm und Drang: Max Klinger
5.       Goethe. Fausto
El Romanticismo francés y el inglés
6.       Lord Byron. Manfredo.
Víctor Hugo. Cronwell. (Semana 10)
Realismo, simbolismo e impresionismo
7.       Ibsen. Espectros.
Chéjov. El jardín de los cerezos. (Semana 12)
El teatro contemporáneo
8.       Bernard Shaw. Cándida.

Béckett. Esperando a Godot. (Semana 14).

jueves, 21 de enero de 2016

Himno a Grecia, de Lord Byron

Himno  a   Grecia
Cícladas  islas, islas de la Grecia,
que el mar Egeo con sus ondas baña,
donde surgiera la materna Delos,
cuna de Apolo.
La ardiente Safo, del amor maestra,
aquí pulsó la septicorde lira;
aquí de Alceo resonó el divino,
plácido canto.
De vuestros campos en la verde alfombra
manto de flores primavera tiende;
aún lanza Febo sobre nuestros campos
vívido rayo.
Todo se eclipsa menos vuestra gloria;
el bronce muere y se deshace el mármol;
mas qeda el nombre del varón guerrero,
prole de Marte.
Queda de Lesbos la armoniosa lira,
la voz sublime del Esmírneo ciego,
la del Teyo donairoso anciano
cítara blanda.
Allende el Ponto, cuyas iras doman
del vago viento en las veloces alas,
de donde nace, adonde muere el día,
vuelan sus cantos.
Desde la cima del erguido monte
de Maratón descubriréis el llano,
y allá…, más lejos…, el hichado golfo
de Salamina.
En otro tiempo, sobre aquella roca
un rey de reyes contempló altanero
el hondo mar que ante sus pies hervía
lleno de naves.
Las ondas cubren innumerable armada;
llena los campos multitud guerrera;
hombres sin cuento, de su voz pendientes,
callan atónitos.
Contólos Jerjes al nacer la aurora,
contólos luego al expirar la tarde:
millones eran al rayar el día,
ni uno a la noche.
¿Dónde los fuertes, los guerreros dónde,
que amenazaban dominar la tierra?
El eco sólo responderle pudo
ronco gimiendo.
¿Dónde hoy, ¡oh, patria!, tus preclaros hijos
armipotentes en la lid sañuda?
¿Por qué no suena en las tendidas playas
grito de guerra?
Yace en el polvo la olvidada lira
y ya no late el corazón robusto.
¿Cuándo de gloria y libertad el himno
libre resuena?
¡Ay! ¿Qué me resta en mi dolor inmenso?
Llanto y vergüenza por la patria esclava;
bañad en lloro las que a Grecia oprimen
duras cadenas.
¡Ah, ni vergüenza en vuestra faz, ni lloro!
Descubre, ¡oh, tierra!, tu profundo seno,
y tres siquier de los trescientos brota…
Tres espartanos.
Como el fragor de los torrentes, zumba
el de las sombras vigoroso grito:
“Alzad vosotros la dormida frente
uno tan sólo”.
Todos calláis. Nuevos cantares suenan;
llenad las copas de espumante vino;
bélicos himnos al feroz entone
tártaro errante.
¿En vuestra afrenta dormiréis tenaces?
¿Por qué no suena el belicoso canto?
¿Por qué no emprende la falamge altiva
pírrica danza?
Para fijar el pensamiento alado,
Cadmo inventó los personales signos;
de los argivos conserváis las letras,
no sus hazañas.
Llenad las copas de espumante néctar,
bebed de Samos el ardiente vino
que Anacreonte celebrara un día
plácidamente.
Cantó Anacreón el amor y el vino,
cual del tirano Policrates siervo;
mas era heleno Policrates: cuna
diérale Samos.
¡Del Quersoneso vengador tirano,
rompe los lazos que nos ligan hora!
¡Cargue tus brazos la pesada lanza,
fuerte Milcíades!
Llenad las copas de espumante vino;
allá en las rocas de la antigua Suli
quedan los restos de potente raza,
siempre guerrera.
Quizá hallaremos entre aquellos bravos
quien nos conduzca a la tremenda liza,
y tinto en sangre el fulminante hierro
lleve al combate.
No de los francos esperéis ayuda,
que reyes tienen de venales almas;
libres os hagan, para siempre libres,
vuestros aceros.
Llenad las copas de espumante vino;
vírgenes dancen en la selva umbría;
yo admiro el brillo de sus negros ojos,
nido de amores.
Mas, ¡ay!, ¿será que tan hermosos pechos
deban un día amanecer cautivos?
¿Será que ciña tan hermosos brazos
férrea cadena?
Conducidme a los marmoles de Sunio,
donde acompañen mi gemir las ondas;
yo entonces, cual moribundo cisne,
canto suave.
Nunca esta tierra habitarán esclavos;
arme las diestras el fulmíneo acero;
caiga en pedazos, de espumante vino,
rota la copa.
Lord Byron

Observación

Este blog ha sido creado con la finalidad de interpretar la tragedia como subgénero literario desde la antigua Grecia hasta el siglo XX inclusive.